Así llegamos de nuevo a los "Amigos de Aragón" como a las 18:30. Llegué primero y me encontré con que ya había una mesa de unas 20 personas ocupada así que me tuve que poner en segunda fila. Allí llegamos Ita, Εκτωρ y yo. Nos quedaban 2 horas y pico por delante, pero a quién le importaba teniendo cerveza. Según pasaba el tiempo el bar se iba llenando. Esta vez no había ni rastro de rusos. A una media hora del pitido inicial llegó ForCris pero como no habíamos luchado suficiente por las sillas nos tuvimos que arrejuntar los panderos y sentarnos los 4 en 3 sillas. Siempre fui malo para dar cálculos de cifras, de hecho Espe ya me ha llamado para intentar ficharme para delegación de gobierno de Madrid, pero aún así yo digo que eramos por lo menos 300 en esa terraza. La logística empezaba a estar jodida. Nuestros "amigos de Ecuador" no daban abasto. Además tenían a uno del equipo lesionado lo que les hacía más dificil la tarea. La preparación era insuficiente y esa noche "perderían" bastante dinero (en el sentido que me enseñó Don Manuel de Perder=No ganar).
Así que el arbitro pitó. Gente a la que había convocado empezaron a llegar. Evidentemente a estos no los pudimos colocar ya que estábamos ya más embutidos que Falete en un traje de luces. La primera parte solo fue tensión y más tensión. Primero porque España no marcaba, segundo porque las cervezas y bocadillos de calamares tampoco llegaban. Así cuando pitó el arbitro el fin de la primera parte, nos levantamos como resortes. Había que hacer algo... y no lo digo por España. Así que Εκτωρ y yo nos fuimos a unos chinos (que aquí son árabes..) y cogimos unas cuantas latas para hacernos autosuficientes en la segunda parte. Así nos volvimos a nuestro sitio y nos preparamos para la segunda parte. A la vez llegaron 4 cervezas (que habíamos pedido en el minuto 20 de la primera). El arbitro dio comienzo a la segunda parte y en el minuto 5 llegó el gol de Xavi. La gente estalló de alegría. El camino se allanaba enormemente. Empezábamos a creernoslo. Ya no nos faltaba cerveza porque ibamos rellenando los vasos. ¿Cómo podía mejorar? Pues con una genialidad de Cesc que dio una asistencia a lo Laudrup al futuro marido de "Nuria Ber". Después de los 90 minutos de Italia y los 50 que llevábamos de sufrimiento llegaba algo de tranquilidad. El tercero solo fue la confirmación que hizo empezar la fiesta y los pitos y banderas.
Para acabar la fiesta nos fuimos a celebrarlo a un bar irlandés hasta que lo cerramos. Ita, Εκτωρ y yo llevábamos 8 horas por ahí pero increíblemente nos volvíamos con una cara de satisfacción para casa. "Y el domingo nos vamos a comer una paella y empalmamos!!!" - dijimos, pero eso ya es otro post...